A lo largo de los años, se han utilizado en la publicidad varias técnicas para llamar la atención de clientes potenciales y por lo tanto llevar a la adquisición o compra del producto o servicio, y no es desconocido que muchas de estas técnicas son, de una u otra manera, demasiado agresivas hacia el consumidor pero en ciertas ocasiones se llega a estirar tanto el límite de lo “aceptable” o lo políticamente correcto, hasta prácticamente romperse. Uno de los casos más recientes se dio en un comercial para TV  en el Reino Unido del fabricante coreano de autos Hyundai.

Este anuncio, conocido como Pipe Job, muestra a un hombre en sus 40s-50s quien, aparentemente cansado de la vida que lleva, busca cometer suicidio, y para ello recurre a encerrarse en su garage, tapar completamente el escape del carro, encerrarse completamente en este, encenderlo y esperar morir por la inhalación de gases contaminantes emitidos por su vehículo, que se trata de la edición 2013 del Hyundai ix35 FCEV el cual utiliza una celda de hidrógeno como motor y por lo tanto lo único que despide es vapor de agua, totalmente inofensivo; esto provoca que el mencionado intento de suicidio no sea exitoso.

Cabe aclarar que como tal, el comercial está muy bien hecho, producido excelentemente -cosa que pueden corroborar al ver el video, insertado al principio de esta entrada. El actor representa exactamente al grupo de edad de personas de entre 35-59 años, transmite perfectamente las emociones de una persona en esa situación; la dirección de arte está muy bien cuidada; la música utilizada también ayuda a transmitir las emociones y el juego con las cámaras impide que perdamos detalle de lo que sucede.

El problema radica en algo sumamente importante: la agencia encargada, Innocean Worldwide Europe (subsidiaria de Hyundai Motor Group), y por supuesto Toyota UK, incurrieron, en mi opinión en una grave falla, en la irresponsabilidad. Independientemente de los daños emocionales que pueda causar a personas que en algún momento de su vida consideraron el suicidio -o recurrieron a él pero fallaron- como vía de escape, o bien, que tienen a un familiar o amigo cercano que lo hizo, que es una total ofensa contra ellos, una burla, en pleno siglo 21, época en que vivimos y en que se ha establecido cabalmente el conocimiento y la cultura respecto a diversas enfermedades mentales, discapacidades y demás situaciones, que no deberían verse como algo chistoso ni tomarse a la ligera, son temas muy serios.

Como decía, el inconveniente es la irresponsabilidad, pues esta reside en que existe otro problema, también documentado y comprobado a través de estudios científicos, conocido como epidemia de suicidios o Efecto Werther, que consiste en que cuando se muestra en medios de comunicación, o siquiera se tiene el conocimiento de algún suicidio -y en casos extremos como los de gente famosa, la simple muerte por la causa que sea-, las personas que se enteran de ello imitan el suicidio, y por supuesto no se limita a modelos de suicidios en la vida real, sino también suicidios o intentos de suicidio ficticios, como el mostrado en el video.

A los pocos días, el video fue retirado del canal de YouTube de la marca, aunque por supuesto ha sido subido a otros canales de terceros y a otras plataformas. Hyundai se disculpó y acusó a Innocean, alegando que la automotriz nunca autorizó el comercial. Por su parte la agencia explicó que solamente era un experimento, un proyecto de investigación con un día de duración para obtener retroalimentación del público, y sin duda la obtuvo.

¿El comercial logra su cometido? Muy posiblemente, pues hay que admitir que el automóvil en cuestión sí tiene una característica muy atractiva para quienes nos preocupa el cuidado del medio ambiente, que es el uso de la celda de hidrógeno para generar la energía que mueve al automóvil, y ahora a causa de esta agresiva campaña muchas personas buscarán adquirirlo, pero muchas otras podrían hacer lo contrario como una especie de retribución. Los invitamos a compartirnos su opinión en los comentarios.